PRIMEROS PASOS PARA LOGRAR
NUESTRO OBJETIVO:
Muchas son las personas que se fijan como meta acudir a
entrenar para mejorar su salud y su aspecto físico. Esto ocurre sobre todo a
principio de temporada, o a la vuelta de las vacaciones de verano o en Enero.
Este objetivo es uno de las más comunes entre las personas que no realizaban
actividad física alguna, aunque las personas que acuden diariamente a
entrenar también se fijan metas para
mejorar.
Establecerse una serie de metas a la hora de entrenar es un
buen método para seguir un desarrollo lineal y coherente, pero tenemos que ser
conscientes de lo que estamos hablando y no marcarnos objetivos irrealistas. Lo
principal es conocernos a nosotros mismos y saber cuáles son nuestras
debilidades, nuestro potencial y capacidad de desarrollo cosa que un entrenador
personal puede ayudarte a descubrir.
Una vez que uno se ha decidido a entrenar y seguir una alimentación
saludable, el gran obstáculo a salvar son las tentaciones de abandonar. Siempre
hay miles de excusas (no tengo tiempo, está lloviendo, no me apetece, estoy
cansado, hoy es fiesta, porque coma hoy esto no pasa nada maña continuo con la dieta,
el lunes empiezo…)
La mayoría de las causas de abandono se resumen en:
1. Fijarnos metas demasiado altas o irrealistas es algo que
acabará por frustrarnos a la hora de seguir entrenando y que harán que perdamos las ganas de mantener la rutina,
la dieta y seguir trabajando con la
misma intensidad que hemos llevado hasta el momento.
2. Un mal establecimiento de objetivos, un bajo nivel de
compromiso, un mal balance entre los recursos que necesitamos (tiempo,
esfuerzo, y capacidades) y de los que disponemos.
3. Baja autoconfianza. La autoconfianza es la creencia o el
grado de certeza que tenemos acerca de nuestras habilidades para tener éxito en
el deporte. Creer en uno mismo es imprescindible para poder desarrollarnos y
conducirnos a un auténtico compromiso con la vida y nadie debe de decirte que
no puedes conseguirlo, tienes que creer un ti y olvidarte de los demás.
4. Miedo al fracaso. Muchas
personas cuya orientación motivacional es evitar el fracaso, prefieren
abandonar antes para evitar un posible fallo en la consecución de sus
objetivos. Prefieren dejarlo voluntariamente, y provocar el fracaso que tanto
temían a exponerse a no conseguirlo después. Lo único que consiguen, es
reforzar una y otra vez una baja autoconfianza en general para conseguir
objetivos, que al final te llevan a meterte en un circulo de desconfianza que
es muy difícil de salir y a cometer
muchos errores en la vida.
Hay personas que jamás se saltan los entrenamientos pase lo
que pase, y sin embargo, otros lo hacen sólo algunos días porque les apetece y
no son constantes.
¿Qué diferencia hay entre unos y otros? ¿Es debido a su
motivación, personalidad, educación…?
Lo que diferencia a las personas que consiguen sus objetivos
es que tienen la confianza de que los van a conseguir, tienen un comportamiento
perseverante y saben que luchar cada día por entrenar y mejorar es la clave
para conseguir sus metas y demostrar a los que no creían en el de que pueden
conseguir lo que se proponen.
Antes de fijarnos las metas a seguir y elaborar la rutina,
debemos hacer un análisis acerca de nosotros mismos:
1. Lo primero es tener claros los objetivos que queremos
conseguir (de salud, lúdicos, sociales, de rendimiento…). Debes ser coherente
con los objetivos que vas a marcar, y no guiarte por sueños por los que sabes
que nunca lucharás. De este modo seremos capaces a lo largo del año de
evolucionar y conseguir lo que buscamos.
2. En segundo lugar
debemos hacer un análisis exhaustivo
sobre nosotros mismos y ver la
trayectoria que hemos seguido en anteriores años de entrenamiento. Saber los
días que podemos entrenar, los momentos en los que estaremos fuera por trabajo
o por compromisos, el tiempo que vamos a dedicar a estos
entrenamientos…Teniendo en cuenta estos elementos debemos analizar nuestra constitución física y la evolución
que hemos seguido en los años anteriores para así saber hasta dónde podremos
llegar, pero sabiendo lo duro que va a ser y que nunca te vas a rendir hasta
llegar al final del camino que es largo y con mucho sufrimiento, sacrifico y
una gran recompensa .
3. Establece un orden de prioridad respecto a tus
entrenamientos diarios. Prioriza si es más importante tu familia, tus amigos, o
tu entrenamiento y otorga a cada uno su tiempo ajustando después tus aspiraciones
y objetivos. Si el realizar ejercicio físico no es una prioridad respecto a tus
otras actividades, o piensas que dedicar ese tiempo, dinero y esfuerzo no vale
la pena entonces es difícil que tengas motivación, y por lo tanto falta de
compromiso.
4. Busca la motivación. Tendrás que pararte a pensar si
realmente te motiva o eres capaz de enfrentarte a algo tan duro física y
psicológicamente, o no estás lo suficientemente. Si no estás lo suficiente
comprometido y dispuesto a afrontarlo es mejor que dejes de engañarte. Disfruta
y entrena para lo que realmente te motiva.
5. Analiza tus debilidades. Una vez analizadas todas estas
variables debemos determinar los puntos en los que somos más débiles. Estos
aspectos suelen ser la mayoría de las
veces cosas que hemos dejado más apartadas el curso anterior, como el trabajo
de las piernas o el entrenamiento en cuestas, o la resistencia, la fuerza… Es
importante que en este curso añadamos y demos a estos aspectos la importancia
que tienen, ya que es necesario que trabajemos nuestro cuerpo y sus cualidades
al completo.
6. Teniendo en cuenta todo lo anterior, debemos elaborar una
rutina de entrenamiento. El poder respetar horarios de sueño, comida, ocio y
trabajo nos brindan estabilidad física y emocional. Debemos de establecer los
días que podemos ir a entrenar, los ejercicios que vamos a realizar y el tiempo
de cada uno de ellos. Es importante que los ejercicios se ajusten a nuestra
trayectoria , cosa en las que un entrenador personal es de gran ayuda y motivación
para alcanzar ese objetivo aunque parezca un sueño se puede alcanzar .
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